Primavera 2014
De donde yo vengo
Vengo de la unidad y el apoyo,
de un grupo que siempre está a mi lado,
de una familia que quiere que sea feliz.
Soy de una mujer calmada y comprensiva,
de una dama que me ama por mí mismo,
de una mamá que me escucha y no me juzga.
Soy de un hombre agudo y trabajador,
de un caballero que me ofrece sus consejos,
de un papá que me guía durante los altibajos.
Soy de una chica cariñosa e inspiradora,
de una joven que ha estado en mis zapatos
y sabe cómo me siento,
de una hermana que siempre
ha cuidado a su hermano menor.
Vengo de encargos y esfuerzos,
de la búsqueda de conocimiento y entendimiento,
de años y años de educación y aprendizaje.
Soy de adultos estrictos y exigentes,
de un grupo de individuos que se esfuerzan
por alcanzar el éxito,
de profesores que animan a sus estudiantes
y sus metas.
Soy de meriendas en el patio,
de comidas en el sol o en la nieve,
de almuerzos poniéndome al día con mis amigos.
Soy de noches tardes en los bailes de graduación,
de espectáculos de porristas,
de actividades extracurriculares.
Vengo de disciplina y resolución,
de un instinto competitivo,
de deportes que han ocupado
una gran parte de mi existencia.
Soy de fines de semana en el viento furioso,
el sol severo y el frío penetrante,
de paseos largos a Bernalillo
llenos de recomendaciones estratégicas,
de torneos de fútbol con mis amigos.
Soy de noches extenuadas en el dojo,
de un entrenador apasionado y sincero,
de lecciones esclarecedoras de karate.
Soy de piernas afeitadas y cenas de pasta,
de miles de días tirándome al agua fría,
de muchas memorias afectuosas
participando en la natación.
Vengo de lugares exóticos,
de periodos sosegados con mi familia y amigos,
de vacaciones a destinos que rejuvenecen mi pasión.
Soy de trajes de baño y pies en la arena tibia,
de palmeras aleteando en el viento y bebidas dulces,
de viajes a la playa y vistas interminables.
Soy de botas ajustadas y aire fresco,
de carreras bajando las montañas resbaladizas,
de excursiones de esquí y el ajetreo
de la energía que lo genera.
Soy de conversaciones alrededor de una fogata,
de noches viendo las estrellas brillando en el abismo,
de memorias acampando en los bosques
y explorando la naturaleza.
Vengo de climas diversos y varios rasgos geográficos,
de gente encantadora y animales misteriosos,
de una tierra complicada y fascinante.
Soy de una comunidad diversa e inspiradora,
de influencia, de muchas tradiciones y perspectivas,
de una ciudad con montañas al este y un río al oeste.
Soy de inmigrantes valientes e inicios nuevos,
de cincuenta estados juntos,
de un país joven e inseguro.
Soy de culturas distintas y tradiciones viradas,
de personas que tienen mucho qué aprender,
de un mundo con más semejanzas que diferencias.
Kyle Zibbon
Abril,
2014
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Mi alma en medio de la
calle
Cuando te conocí
puse mi alma,
en medio de la calle
¿De qué es esta mirada?
No te asombres
sólo es mi alma en medio de la calle
No me pediste hacerlo
pero lo hice por amor
yo quería poner mi alma
en medio de la calle
No te echo la culpa
yo creí que te iba a halagar
que por ti pusiera mi alma
en medio de la calle
No lo tienes que apreciar
pero eso es lo que quiero
dejar mi alma en medio de la calle
Pero ¿qué?
¿Qué es lo que te molesta tanto?
¿Que ponga mi alma en medio de la calle?
Ah, ya veo lo que es
no me había dado cuenta
estás preocupado por mi alma
en medio de la calle
Es un riesgo, lo sé
pero para mí vale la pena
poner mi alma en medio de la calle
Y de todos modos la gente la verá
es bien obvia allí
pues es una alma en medio de la calle
caminarán alrededor
ya tú verás
de mi alma allí en medio de la calle
¿Quitarla?
¡No!...No quiero, y además,
está cómoda mi alma en medio de la calle
De verdad me hiciste un favor
las almas pueden ser muy pesadas
es más fácil dejarlas en medio de la calle
Me siento libre y ligera
sin mi alma
que está en medio de la calle
Soy burbuja del río
soplo del viento
estoy mejor
con mi alma en medio de la calle
¿No te gusta?
Yo me voy
pero voy a dejar mi alma
en medio de la calle
Ahí la puse y ahí se queda
el lugar de mi alma
ya está en medio de la calle
Si tú no entiendes
no me entiendes a mí
y no mereces un alma en medio de la calle
Así que la voy a dejar
y jamás me preocuparé
ni de ti, ni de esa alma en medio de la calle
No siento alegría al hacerlo
tampoco dolor
es la ventaja cuando tu alma está
en medio de la calle
Pasarán semanas, meses, años
olvidaré
mi alma
en medio de la calle
Hasta que un día doblando la esquina distraída
atropelle
mi alma
en medio de la calle.
Christi D. Sánchez
Abril, 2014
